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Flor de cempasúchil: símbolo de vida y muerte en México

La época cercana a la festividad de muertos es muy especial para la cultura mexicana, pues destacan los colores y aromas que acompañan cada instante de la vida cotidiana. Una vez que finaliza la temporada de lluvias, los campos se llenan de la tradicional flor de cempasúchil, que llega justo a tiempo para anunciar el Día de Muertos.

Originaria de México, el nombre de esta flor proviene del náhuatl “sempôwal”, que significa 20 o muchos, y “xôchitl”, que es flor. El nombre varía dependiendo de la región y el más común es el que conocemos del náhuatl, que se deformó con el español y terminó llamándose cempasúchil.

En la época prehispánica se asociaba el color amarillo de esta flor con el sol, por ello, la utilizaban en los altares y se creía que su aroma atraía a los muertos, por lo cual era colocada en ofrendas dedicadas a estos. La tradición indica realizar senderos con pétalos de la flor, desde la entrada principal hasta el altar de la casa con la finalidad de guiar a las almas al banquete dispuesto en su honor, esto en las festividades del 1 y 2 de noviembre, días en los que podemos apreciar su color y fragancia con gran intensidad, por lo que era considerada por los mexicas como un símbolo de vida y muerte.

La leyenda cuenta que Xóchitl y Huitzilin se enamoraron cuando eran niños y al subir a la montaña dedicada a Tonatiuh, el dios azteca del sol, le ofrecían ramos de flores. Huitzilin fue a pelear a la guerra para defender las tierras aztecas y murió. Por ello, Xóchitl pidió al dios Tonatiuh que la reuniera con su amado. El dios del sol la transformó en una flor de color amarillo al dejar caer sus rayos sobre ella, flor en la que un colibrí posó y abrió sus 20 pétalos, liberando un aroma intenso. Se dice que el amor de la pareja azteca permanecerá mientras haya colibríes y flores de cempasúchil en los campos mexicanos. 

La flor es una planta muy aromática y el mayor atractivo del cempasúchil es su variedad de colores, que van desde el amarillo hasta el guinda.Tagetes patula, su nombre científico, también tiene propiedades medicinales y es conocida como planta de sanidad y limpieza espiritual, así como símbolo del amanecer.

Es una planta anual y se reproduce fácilmente por semillas. El estado de Puebla ocupa el primer lugar en su producción, en México se estima la presencia de 35 especies de las 58 referidas para América. Su tallo puede llegar a medir hasta un metro de altura, mientras que sus botones pueden alcanzar los cinco centímetros de diámetro.

Así, la flor de cempasúchitl no es sólo un deleite a la vista, sino también uno de los elementos más representativos de una tradicional festividad mexicana, junto con las calaveritas y el pan de muerto.

El olor de la flor de cempasúchil también se fusiona con las diferentes comidas tradicionales, mismas que se ofrendan a los muertos. Además, esta flor tiene usos medicinales, principalmente para el tratamiento de padecimientos digestivos, el ciclo menstrual, fiebre e incluso enfermedades respiratorias como la tos. En algunos lugares se utiliza para tratar problemas de la piel como verrugas, salpullido, acné y llagas, entre otros.

Asimismo, esta bella e icónica flor, se utiliza para obtener colorante natural para teñir objetos, prendas o alimentos, en la avicultura suele utilizarse para alimentar a las aves con el fin de que su piel y la yema de los huevos aumenten su coloración amarilla, también es la materia prima para elaborar cervezas artesanales, nieves o un buen pulque.

Finalmente, al ser esta flor una planta anual, tiene una corta vida, lo que la hace aún más especial. La flor de Cempasúchil simboliza el Día de Muertos y es ícono de tradición, vida y muerte, una fusión única que sólo se puede apreciar viviendo en México.

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